Todos hemos visto cómo en ciertas películas la gente se «teletransporta», de tal manera que estando en un punto, se «desintegran» y aparecen en cuestión de segundos en otro sitio distinto. En ello se basa la película «La Mosca»:
https://www.youtube.com/watch?v=8LB0rRDiHEk
Sin embargo, según la ciencia ¿sería posible? La respuesta es rotunda: NO. Y mucho menos, tratando de teletransportar seres vivos. La materia es mucho más complicada que un simple conjunto de átomos, y tan importante es la naturaleza y cantidad de éstos como su organización, lo que se denomina «estructura».
La estructura de la materia viva es, además, mucho más complicada: hay miles, incluso millones, de compuestos químicos organizados en células, que a su vez se organizan en tejidos, éstos en órganos, etc. Por no olvidar que el ADN es único para cada ser vivo. Para que después de reducir un ser vivo a sus átomos fundamentales se pudiera reconstruir con total exactitud, se necesitaría un ordenador con una potencia mucho superior al ordenador más potente que exista en la actualidad, para que en cuestión de segundos consiguiera:
- Analizar y memorizar la estructura química del ser vivo
- Desintegrarlo en el sitio de origen del «viaje»
- Llevarlo al sitio de «destino»
- Organizar los átomos con la estructura exacta inicialmente memorizada
Y aun así, no tendríamos garantías de volver a vivir:
- ¿Seguiría latiendo nuestro corazón? Por muy perfectamente que fuese reconstruido, no podría moverse si el cerebro no lo ordena.
- Si nuestra memoria es mantenida en nuestro sistema nervioso gracias a impulsos eléctricos, lógicamente se perdería en el proceso. Y no es que no recordáramos nada, es que probablemente el cerebro no supiera ni qué hacer. Por ejemplo, no sabría que tiene que mandar impulsos eléctricos a los músculos.
Por lo tanto, la teletransportación es una idea muy buena para hacer películas, pero por favor, no creed nunca que tal hecho es posible.
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