Hace unos 15 años que dejé de usar Windows como único sistema operativo, y empecé a probar una distribución GNU/Linux creada para para la comunidad educativa de la Comunidad de Madrid: Max. Por aquel entonces me apañaba con una instalación dual, con Windows como sistema principal y Max como sistema «de pruebas». No tardé en darme cuenta de las ventajas que ofrecía (y ofrece) Max, en contraposición a los múltiples problemas que me surgían con Windows.
Antes de que sigas leyendo, me gustaría dejar claro mi perfil de usuario: yo uso los ordenadores para asuntos académicos y laborales (navegación, correo electrónico, creación de documentos ofimáticos, gestión de archivos comprimidos, grabación de clases, etc.), ocio (escuchar música, ver videos…), programación (bases de datos y PHP), etc. No uso el ordenador para jugar, eso ya podría hacerlo tanto en Max como en mi Raspberry Pi 4 (que, por cierto, también usa GNU/Linux como sistema operativo).
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